Durante el , las solemos experimentar diferentes cambios en nuestro organismo. Uno de ellos y el más frecuente, es la retención de líquidos como consecuencia de la acumulación de agua en la , la cual produce hinchazón en las piernas, aumento del peso, debilidad y calambres.

No obstante, este problema también puede manifestarse, incluso, después de haber dado a luz. Por ello, te presentamos 4 consejos que te ayudarán a reducir esas molestias de forma rápida. Presta mucha atención.

1. Ejercítate

Si bien las responsabilidades del hogar, más aún el cuidado del bebé, no te dan el tiempo suficiente como para ir al gimnasio, es importante que por lo menos realices alguna actividad física como caminar para que puedas mover tus extremidades.

2. Hidrátate

Aunque parezca mentira, esto te ayudará a retener menos líquido. Además, es imprescindible para el pequeño si es que lo amamantas.

3. Eleva tus piernas

Sin duda es una de las mejores maneras de estimular la circulación de la sangre y para evitar los calambres. Para ello, te sugerimos colocar varios cojines y sobre ellos tus pies por unos cuantos minutos.

4. Usa ropa ligera

Como te explicamos, al retener líquidos el cuerpo tiende a hincharse. Para evitar marcar la piel, te recomendamos utilizar ropa y zapatos cómodos que no te ajusten.

Recuerda que si el malestar persiste y a ello se le han sumado síntomas como mareos y naúseas, lo ideal es que acudas a un especialista en la que te pueda ayudar a solucionar el problema de forma inmediata.