Todos sabemos que los niños crecen y aunque eso signifique que cada día son un poco más independientes, eso no quiere decir que una madre no extrañe aquellos días en que era un bebé y necesitaba una madre para todo. Al respecto, el portal Upsocl.com ha publicado un artículo donde explica las razones. A continuación te la mostramos

¿Quién me presta una máquina del tiempo? ¡Por favor!

“La vida es así. Generalmente estamos esperando que venga la siguiente etapa de ella. Cuando estamos en el colegio queremos estar en la universidad, cuando estamos en la universidad queremos trabajar, y así.”

“Sin embargo cuando damos el siguiente paso siempre queremos volver atrás. Cuando ya estamos trabajando queremos extrañamos la universidad, cuando estamos en la universidad solo queremos volver al colegio. Es una tonta metodología de vida, pero la mayoría de nosotros la lleva en la sangre. Es casi inevitable.”

“_Y bueno, como en la etapa educacional, esta metodología ocurre en todos los ámbitos. Ahora me está ocurriendo con mi pequeño. Durante el embarazo y un par de años después de él mi vida era supuestamente terrible.

“Despertar cada media hora en las noches, cambiar pañales y recibir vómito era algo realmente agotador. Pero no, ahora me doy cuenta de que eso no era nada. Ahora que mi bebé ya creció y se ha convertido en un niño, extraño sus días de recién nacido.”

“Ahora miro esa etapa con melancolía y nostalgia, y solo puedo recordarlo como un adorable bebé tierno y callado. Obviamente se me olvidó todo lo sufrido, pero como digo, la vida es así.”

“Ahora que mi bebé creció extraño todo lo que dormía. Aunque había que estar ahí, pegada a su lado, y quizás no dormía de corrido, pero dormía, mucho y temprano. Ahora es todo lo contrario. Mi hijo duerme, pero poco y tarde, y aun así se despierta con MUCHAS energías, como si hubiese comido una barra entera de azúcar. Y no, ¡ya no duerme siestas!”

“Por otro lado, las necesidades de mi bebé eran las básicas: comer, dormir e ir al baño. Las necesidades de mi bebé crecido son las mismas en realidad, pero sumadas a un sinnúmero más. Comer, dormir, ir al baño + jugar con el juguete de último modelo de 500 dólares, + correr con las zapatillas supersónicas Master 3000, + tomar clases de guitarra porque todos sus amigos lo hacen, + tener el mejor teléfono de la clase, y así. Dios, al parecer quiero retroceder el tiempo.”

“También, ahora me he dado cuenta de que los bebés son bastante más silenciosos que los niños. Cuando no lloran o balbucean en realidad es como si casi no estuvieran. Pero eventualmente ese llanto y balbuceo evoluciona, y se transforma en gritos, retos, pataletas y alegatos por todo lo que les dice o pides. Aprovecha ese silencio, no volverá más.”

“Otra cosa que no volverá es tu casa ordenada. Cuando tienes un bebé ensucias muchas cosas, sí, pero ese es el máximo desorden que experimentarás. Un niño viene de la mano con barro por todas partes, ropa extremadamente sucia, juguetes por todos lados, cojines en el suelo y papeles repartidos por la mesa.”

“Un bebé en un cochecito no puede moverse de su lugar y, por lo tanto, todas las cosas se mantendrán en su lugar. Nadie se caerá arriba de tu lámpara ni de tu mesita de vidrio. Aunque ahora te parezca aburrido solo mecer la cuna o el carrito de bebé, luego solo querrás volver a eso. Querrás volver a ese minuto en que el lugar donde estuviese el bebé solo dependiera de ti. Ahora que el bebé ya camina es un poco difícil salir sin perderlo la verdad.”

“Y por último, el aroma. Cuánto extraño ese apetecido aroma de bebé. Ahora solo huelo gases y olores que salen de otras partes de su cuerpo en desarrollo. Pero, sin embargo, toda etapa en el crecimiento de un hijo tiene un encanto maravilloso, y así como un niño viene de la mano de barro por todas partes, también viene de la mano de inmensas alegrías y emociones.”

El solo hecho de verlo crecer es el mayor regalo que podría pedir.

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