Diversos especialistas señalan que las mujeres solamente tienen hasta los 35 años para tener hijos, porque luego su capacidad para quedar embarazada cae dramáticamente. Por tal motivo, se dice que al llegar a los 45 años, una joven ya tiene menos de 5% de posibilidades de concebir y más de 70% de presentar abortos espontáneos.
Sin embargo, debido a los avances de la ciencia, existen diversas esperanzas para poder ser mamá después de los 40. Por ejemplo, uno de los tratamientos más recurridos es la inyección intracitoplasmástica de espermatozoides (o ICSI por sus siglas en inglés) que permite la fecundación de ovocitos por inyección de un espermatozoide, previa obtención y preparación de los gametos con el fin de obtener embriones que puedan transferirse al útero materno.
De acuerdo al Dr. Carlos Duarte, director de Niuvida, uno de los mayores problemas que afrontaba esta técnica era que conforme la edad de la paciente era más avanzada, sus ovocitos eran más frágiles, por lo que el tratamiento muchas veces fracasaba.
Por ello, ahora se hace a través de las técnicas de fertilidad asistida y con este novedoso método, PIEZO-ICSI lo viene logrando. Este es un estadio superior al tratamiento ICSI convencional que minimiza el posible daño al óvulo (1%) y garantiza la taza de fertilización más alta (95%).
“El método PIEZO-ICSI utiliza una inyección de punta no afilada para la implantación, lo que reduce notablemente la posibilidad de que el óvulo se dañe (1%). De hecho, se utiliza un micromanipulador con elementos piezo eléctricos. Los estudios demuestran que la técnica PIEZO-ICSI no afecta el citoesqueleto de ovocitos ni la segregación cromosomática durante la división celular”, explica el Dr. Duarte.
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