Según asegura Carmela Baeza, médico de familia, consultora Internacional Certificada de Lactancia Materna, lo habitual es que el deseo sexual femenino descienda durante los primeros días después del parto, cosa que les genera desconcierto e incluso sentimientos de culpa.

Pero lo cierto es que esta sensación es algo completamente normal, de la que no se deben preocupar. “Lo que ocurre es que los niveles de oxitocina (la hormona relacionada con la sexualidad) están altos y son capaces de sentir placer al estimularse el pezón con la lactancia”, explica.

Consecuencias físicas

Durante el postparto, expone la doctora, la prolactina aumenta, lo que provoca que haya sequedad vaginal, irritación y otras posibles alteraciones. Pero, por otro lado, la oxitocina ocupa un lugar muy importante en esta fase.

“Los cambios hormonales en cada mujer son variables, pero normalmente se prolongan unos tres o cuatro meses”, explica Baeza. Por todo ello, suele haber menos relaciones genitales con la pareja, quien debería comprender que es una época de cambios y transitoria.

Es muy importante que la pareja sepa que las relaciones no son sólo genitales. Deben jugar con la erótica, abrir la mente y jugar con todas las formas posibles de practicar el sexo, no sólo la penetración. “Es fundamental recordar al otro que le queremos, que le hemos elegido, que sigue siendo lo más importante”, defiende.