Marzo es el mes en el que los más pequeños le dicen adiós a las vacaciones para iniciar el año escolar y, en muchos casos, es la primera vez que vivirán la experiencia de estar en un salón de clases y compartir con otros niños. Ante esta situación, son los quienes deben guiarlos para que no afrontar de la mejor manera su negatividad a ir a clases, protagonizando rabietas o llorando en exceso.

Cuando el menor empieza a asistir al colegio es importante fomentar su autonomía en la realización de las diferentes actividades. Es tarea fundamental de los padres fomentar en el menor cierto grado de independencia para que sea capaz de comunicar qué necesita, que pueda ir a los servicios solo, que coma sin la ayuda de nadie, que consiga vestirse solo.

Es vital que tanto papá como mamá hagan una re-observación de cómo se encuentran emocionalmente: “esto nos permitirá buscar estados de tranquilidad y calma que nos deje acompañar y proteger a los niños en este proceso de adaptación”, precisó Juan Sánchez Enríquez, psicólogo clínico del complejo hospitalario Alberto Barton.

Por su parte, María Méndez, docente de psicología de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), explicó que es positivo para la adaptación de los menores que los padres acompañen a los niños los primeros días de clase para darle seguridad y confianza. Si empieza a llorar, explícale que lo recogerás cuando la clase termine y procede a retirarte para que la profesora de inicio a sus actividades.

Para que tu hijo de la mejor manera, te compartimos una serie de consejos que puedes tomar en cuenta:

1. Si queremos que el inicio escolar sea satisfactorio es importante que los padres expliquen a los niños en qué consistirá la rutina escolar: alistar la mochila un día antes, acostarse y despertar temprano, cumplir con las tareas, preparar la lonchera juntos, etc.

2. En ocasiones puede resultar difícil para el menor la adaptación al cambio. No es bueno castigarlos porque tengan dificultades para levantarse temprano, debemos ser respetuosos con su proceso y acompañarlos para que este sea progresivo: fomentar que se acuesten temprano, realizar horarios con ellos.

3. Sé puntual a la hora de ingreso y salida del colegio. Respetar la hora de ingreso fomentará en el menor responsabilidad. Recuerda que los hijos son el reflejo de los padres. Además, fortalecer el tema de los horarios y rutinas permitirá que el niño aprenda a controlar su cuerpo, conducta, sus emociones y a planificar sus propias actividades.

4. Muestra interés y pregúntale a la salida cómo le ha ido en su primer día de clases, qué actividades ha realizado, cómo se llama su profesora, sus nuevos amigos, etc. Resaltar lo positivo fomentará la motivación por el colegio.

5. Conversa con la docente para saber si el proceso de adaptación se está llevando de la mejor manera, presta atención a sus sugerencias para que este proceso sea exitoso.

6. El proceso de adaptación dependerá mucho de cada niño. Normalmente después de una semana, el menor se siente cómodo y entiende que los padres no lo están abandonando. Pero hay casos en los que este proceso puede tomar más tiempo. No debes preocuparte, hay que entender la respuesta del menor al cambio. Una salida es propiciar situaciones sociales para que el niño supere sus temores, como organizar en casa la visita de sus compañeros o invitarlos al parque a jugar a fin de que se adapte a su espacio.

Para que esta etapa se lleve a cabo de manera apacible, es necesario que los pequeños se sientan protegidos y cómodos y que los padres reconozcan sus emociones de manera que puedan guiar a sus hijos.