De acuerdo a una investigación, pueden llegar a existir ciertos rasgos que se repiten en las personas, a través del orden de nacimiento. Ser el primogénito, el que le sucede o el mayor dentro de una familia, tendría consecuencias, según informa Contexto.ar.
Aunque diversos psicólogos y científicos no han podido asegurar que ello se de para todo tipo de casos, sí han hallado algunas características generales entre hermanos de una familia. Por ello, se puede resolver que en nuestra personalidad influye el ADN, relaciones con el medio social, hechos de la vida, lazos afectivos y el orden de nacimiento.
Tras un estudio de epidemiólogos realizado en Noruega, señalaron que aquellos primogéntos tienden a ser personas más inteligentes en relación a los hermanos menores. Descubriendo entre 250.000 hermanos que los mayores mantenían una ventaja de tres puntos de CI sobre sus hermanos menores. Además otras investigaciones refieren que el hijo mayor puede llegar a pasar más tiempo con los padres, en edades entre los 4 y 13 años a diferencia de sus hermanos, dentro del mismo tiempo.
El hermano más pequeño es aquel que generalmente no tiene tantas responsabilidades, con una capacidad más amplia de libertar para hacer las cosas que crea conveniente. Según ello, un estudio por UC Berkeley descubrió que los hermanos menores son 1,5 veces más propensos a realizar deportes extremos y otras actividades de carácter más agresivos.