La presencia del padre en el nacimiento de los hijos podría agravar la sensación de dolor en algunas mujeres y complicar el parto, según un reciente estudio realizado por la University College of London (Reino Unido).

Las conclusiones de este informe, publicado en la prestigiosa revista científica ‘Social Cognitive and Affective Neuroscience’, están provocando un intenso debate en Europa, en donde el 95 % de los padres están presentes en los nacimientos.

Por su parte, el reconocido obstetra francés Michel Odent, quien dirigió dicha investigación, explicó que la presencia del cónyuge produce adrenalina en la mujer parturienta, lo que le hace sentirse más tensa y proclive a intervenciones. Esto, por consiguiente, inhibiría la liberación de la oxitocina, hormona que hace efectivas las contracciones en el parto.

En el nuevo estudio, centrado en la sensación de dolor de las parturientas y en el factor emocional, se aplicó un pinchazo de luz láser en los dedos de las mujeres durante la fase del expulsivo, tanto en presencia como en ausencia del padre, y se midió su reacción ante el dolor utilizando un escáner de resonancia magnética.

Los investigadores observaron que la sensación de dolor era más intensa cuando estaba presente el padre del bebé. Posteriormente, se realizó un cuestionario a las mujeres en el que se detectó una asociación entre el dolor y el tipo de relación que mantenía la pareja, y que éste era más agudo si la relación era “menos afectiva y menos cercana”.

Al respecto, la Dra. Giannina Arana Cortez, ginecóloga de la clínica Oncogyn de San Isidro, manifestó que va a depender mucho de la preparación que tenga el padre para afrontar el nacimiento de su bebé. “Se recomienda que los varones también acompañen a sus esposas a una clase de psicoprofilaxis para que sepan qué hacer en ese momento”, añadió.

La especialista explicó que si el papá no tiene la orientación adecuada puede generar estrés en la gestante y, a su vez, esto ocasionaría una complicación en el parto. “La mujer podría tener dificultad para pujar y esto le causaría una desconcentración en el trabajo de parto”, explicó.

Si bien es cierto este estudio cuestiona la costumbre europea, en el Perú también se viviría una práctica similar al momento del parto. La ayuda y el ánimo del papá tienen un gran valor, pero se debe entender que su presencia debe ser más bien pasiva, a fin que no dificulte el nacimiento del bebé.