La no solo simboliza el nacimiento de Jesús. En el caso de los niños, su llegada es sinónimo de ‘regalo’ y por eso los padres deben escoger uno que desarrolle la parte cognitiva, afectiva, social y motora de sus hijos, aconsejaron médicos especialistas.

Según la doctora Militza Álvarez Machuca, psicóloga de la Dirección de Niños y Adolescentes del Instituto Nacional de Salud Mental ‘Honorio Delgado – Hideyo Noguchi’, los juguetes tienen un papel fundamental en la vida del niño o niña.

Los juguetes deben fomentar la adquisición de habilidades blandas (es decir destrezas que lo hagan competitivo: atención, concentración, memoria, aprestamiento, entre otros) y preparar para la vida adulta”, refirió.

El juguete es uno de los primeros elementos simbólicos de relación del ser humano con el mundo externo. Puede ser cualquier objeto o material que el niño utiliza en sus juegos. Por ejemplo: un palo, una hoja, una caja, una botella. Estos objetos pueden servir al menor para realizar infinidad de juegos de acuerdo a sus necesidades, talentos y etapa de desarrollo.

Por esta razón, indicó la experta, los padres al momento de adquirir un juguete deben tener presente que éstos vayan de acuerdo con la edad del menor y sus preferencias.

No mucho

La especialista advirtió a los padres que el exceso de regalos puede llegar a ser contraproducente. La abundancia de “regalos” en la infancia no es nada favorable para la salud emocional del niño. El menor se vuelve inconforme y demandante poniendo de manifiesto su carácter egocéntrico.

Un niño con exceso en regalos mostrará consecuencias en su conducta a largo plazo, teniendo repercusión en su desarrollo emocional, el cual se encuentra en pleno desarrollo.

Álvarez señaló que los niños necesitan estar activos para crecer y desarrollar sus habilidades y capacidades. “El juego es importante para el aprendizaje y desarrollo integral de los niños porque a través de sus actividades aprende a conocer las diferentes situaciones y actividades de la vida. El jugar constituye un medio de socialización y comunicación con el que los niños fijan relaciones con sus iguales aprendiendo a establecer vínculos”.

Consejos:

Militza Álvarez brindó algunas pautas acerca de los juguetes acorde a la edad del niño:

De 0 a 6 meses: juguetes que le ayuden a descubrir su cuerpo y a distinguir diferentes texturas, formas y colores. Los sonajeros, móviles de cuna, muñecos de goma, mordedores, alfombras con actividades, etc.

De 7 a 12 meses: El bebé empieza a explorar los objetos y a reconocer voces. Una buena alternativa son las pelotas, muñecos de trapo, juguetes sonoros, tentetiesos, balancines y andadores.

De 1 año a 1 año y medio: Los niños a esta edad ya saben andar y reconocen las propiedades de los objetos. Los cubos para encajar y apilar, las bicicletas con ruedas y los cochecitos.

De 1 año y medio a 2 años: El pequeño habla y comprende, empieza a descubrir su entorno. Coches, bicicletas, pizarras, pinturas, instrumentos musicales, muñecas y animalitos.

De 2 a 3 años: Empiezan a sentir curiosidad por los nombres e imitan escenas familiares. Triciclos, palas, cubos, rompecabezas, pinturas, teléfonos y muñecas.

De 3 a 5 años: El niño empieza a preguntar, a aprender canciones y a jugar con sus amigos/as. Las bicicletas, pizarras, magnetófonos, cuentos, marionetas y muñecos articulados.

De 6 a 8 años: El niño sabe sumar y restar, leer y escribir. Monopatines, coches teledirigidos, juegos manuales, de experimentos y competencias.

De 9 a 12 años: Complementos deportivos, juegos de estrategia, audiovisuales, electrónicos y experimentos.

Fuente: Andina