La es un trastorno que afecta la psicomotricidad del paciente y que puede ocurrir en el intrautero, durante el nacimiento u después de este. Sus causas principales suelen ser problemas de asfixia durante el parto u por una meningoencefalitis, la cual es inflamación del cerebro.

Para determinar su presencia en el niño, los médicos suelen esperar un tiempo prudente, porque a veces se puede confundir las señales con otras enfermedades.

Al respecto, Héctor Rivera Reyes, especialista en Pediatría y en Medicina Física y Rehabilitación – Director Ejecutivo del Instituto para el Desarrollo Infantil (ARIE), comentó, “En general, los médicos tratamos de demorar el diagnóstico de parálisis cerebral hasta los 2 o 3 años, porque el niño puede estar presentando un retraso. Asimismo, para asegurarse, es importante realizar una exploración clínica y pruebas tipo resonancia”.

Luego del diagnóstico, los padres deben trabajar de la mano con el médico, porque con el tiempo, el menor necesitará de ciertos cuidados, especialmente al momento de que crezca y deba ir un centro educativo.

“Cuando la parálisis es moderada, los niños van a un colegio de educación regular con un programa inclusivo. Por otro lado, pueden existir casos en los que esta sea un poco diferente, pero si su nivel intelectual es bueno el menor puede ir a la universidad e integrarse a una empresa u organización con el tiempo,” comentó el Director Ejecutivo del Instituto para el Desarrollo Infantil.