La lactancia es uno de los momentos más hermosos que toda madre tiene con sus hijos, pues, es una de las miles de formas en las que se va creando ese fuerte lazo entre ambos. Desgraciadamente, diferentes factores de la sociedad pueden convertir este mágico momento es una mala anécdota.

Una mujer se animó a contar su testimonio de lo que fue dar de lactar a su hijo en la calle, una experiencia totalmente desagradable. Un día, mientras que alimentaba a su bebé, un hombre se acercó a decirle “¿Por qué mejor no intentas hacerlo en tu casa?”. La indignación que sintió por tal pregunto la dejó muda de ira, mientras que en sus adentros decía “¿Por qué no te vas al infierno?”.

En ese preciso momento, los sentimientos encontrados más ese desbalance hormonal que toda mujer pasar solo la llevó a llorar desconsoladamente.

Ahora que ve las cosas con más claridad y está segura que así como ella muchas madres también han experimentado esto, creó 10 contundentes respuestas que daría a cualquier otra persona que venga a decirle algo por el estilo

1. Si hoy día se usan los pechos para vender autos y cervezas, yo puedo usar los míos para alimentar si así lo deseo.

2. ¿Te gustaría comer encerrado en el baño?

3. ¡Excelente idea! Puedes usar mi mantita para taparte la cabeza.

4. Lamento profundamente tener que romper tus ilusiones, pero SI, los pechos no

sólo están hechos para tu entretención.

5. ¡Qué suerte tienes! Veo que tienes cuello; entonces úsalo y mira hacia otro lado.

6. La lactancia es más fácil para mí porque no puedo sostener una copa y una botella al mismo tiempo.

7. ¡Perdón! ¡Fue un accidente! Solo estaba abrazando a mi bebé cuando lo ahogue con mis enormes 36D.

8. Si estás esperando un sorbo, espera tu turno.

9. Si crees que esto es asqueroso, debiste haber visto la placenta ¡Tengo

fotos, mira!

10. Créeme…a nadie le asustan mis pechos gigantes tanto como a mí…

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