El es un alimento altamente nutritivo que contribuye a potenciar la inteligencia de los niños y por ello debe formar parte de la , por lo menos, tres veces por semana. Tal como lo recomienda D’Janira Paucar, nutricionista del Programa Nacional “A Comer Pescado” del Ministerio de la Producción.

La experta señala que el omega 3, presente en los pescados azules como el bonito, la caballa, la anchoveta y el jurel, favorece el desarrollo cerebral de los menores y ayuda a reforzar la memoria y la capacidad de aprendizaje. Asimismo, mejora su concentración, su estado de ánimo y su visión.

El omega 3 también estimula la producción de la melatonina, la hormona que regula los ciclos del sueño, lo que permite un buen descanso nocturno. “Como consecuencia, el niño mejorará su comprensión lectora, capacidad de análisis y memoria a la hora de estudiar”, señala Paucar.

El vínculo entre el omega 3 del pescado y una mejor función cerebral se ha encontrado en muchas investigaciones. Una de las últimas es de la Universidad de Pensilvania, el cual reveló que los niños que comen pescado, al menos una vez por semana, duermen mejor y tienen un mayor coeficiente intelectual que los que consumen con menos frecuencia o nunca.

Opciones saludables

Un estudiante de educación primaria necesita comer alimentos que le aporten entre 1,500 y 1,800 calorías al día. De esa cifra, entre 150 y 300 calorías las debe obtener de la lonchera escolar. El pescado es una buena alternativa para cubrir este requerimiento.

El recetario “Pesca Lonchera” de “A Comer Pescado” presenta diez innovadoras opciones de loncheras saludables a cargo de destacados chefs, como George Capristán, Heine Herold, César Choy, Fransua Robles y Miguel Intiquilla. En cada preparación los protagonistas son los pescados azules ricos en omega 3.

Alguna de las alternativas son sánguche de caballa (más pera y refresco de carambola), hamburguesa de bonito (más melocotón y refresco de manzana) y minipizzas de anchoveta (más una manzana y limonada).