Ser madre es una de las experiencias más bellas y difíciles que puede experimentar una mujer. Es así que una madre cuenta como, luego de que una amiga suya pasara por una terrible tragedia, logró comprender completamente lo que es ser mamá y darse cuenta de la gran responsabilidad que ha asumido con ello. A continuación el testimonio:

“Les cuento. La hija de mi mejor amiga, de 1 año de edad, falleció por causas que prefiero no contar por respeto a su madre.”

“Cuando me enteré de la noticia no hice más que llorar. Pero lloraba por mi amiga y por su tristeza. No me había puesto en sus zapatos aún.”

“Antes de ir a verla, estuve pensando por horas qué le diría. No quería caer en las frases cliché como las cosas pasan por algo o la vida solo le da estos obstáculos a gente que puede soportarlo, pero en realidad no se me ocurrió nada que de verdad pudiera calmar su dolor. Así que simplemente tomé un par de frases inspiradoras que busqué en un libro de madres que habían perdido a sus hijos, y fui preparada para decirle solo lo que saliera de mi corazón en ese momento.”

“Cuando la vi, simplemente la abracé y nos quedamos un buen rato así. Mientras lloraba, comenzó, sin que yo le pidiera nada, a contarme cómo había sido todo. Cuando terminó la historia, me dijo las palabras que cambiaron mi perspectiva acerca de la maternidad: tú sabes, eres madre”

“En ese minuto, por primera vez hice el aterrizaje, y, automáticamente me puse en sus zapatos. Fue como si me hubiese traspasado todo su dolor, y sentí como si hubiese sido yo quien había perdido a su pequeña (mi hija tiene dos meses y es mi primer bebé). Por primera vez entendí lo que realmente era la empatía. Porque nunca antes había podido experimentar ese sentimiento tan genuinamente.”

“Cuando aún no era madre muchas veces me sentí empática en diversas situaciones, pero nunca fui capaz de vivirlo de esta manera.”

“Nuestros corazones están directamente conectados a los de nuestros hijos, por lo que si antes eras una persona con un corazón, ahora eres una con dos. Así que cualquier cosa que le pase a tu pequeño, realmente te está sucediendo a ti. Y cuando las cosas te pasan a ti, son las únicas veces en las que realmente las puedes entender. Esto, me llevó automáticamente a poder entender perfectamente cómo se sentía mi amiga, y a pesar de que fue inmensamente doloroso el sentimiento, a la vez fue reconfortante saber que ella sabía que yo la entendía. Fue como si me hubiese pedido que repartiéramos el dolor.”

“Ahora, cada vez que mis amigas me cuentan alguna situación maternal difícil por la que pasan, es automática mi empatía, porque yo lo sé, soy madre. Lo mismo me pasa con mi pequeña que a medida que crece y le pasan cosas, esas cosas me van pasando a mí. Una fuerte caída, un problema en el colegio, hasta un resfrío, porque la verdad, es que somos una.”

TAMBIÉN PUEDES LEER…

- No seas atrevido con tu mamá: Carta de una madre a su hijo

- 25 cosas que una madre quiere decirle a sus futuros hijos