Las madres primerizas suelen preguntarse qué darles a sus para no causarles molestias estomacales en sus primeros meses. Muchas de ellas se dejan llevar por las recomendaciones empíricas que indican que el jugo de granadilla prepara el estómago del menor para el ingreso de nuevas raciones.

Sin embargo, la afirmación anterior es falsa: “a partir del sexto mes, el aparato digestivo del niño ya está preparado para la digestión de otros alimentos diferentes a la leche materna, pues su tracto gastrointestinal ya produce las enzimas necesarias para la absorción de nutrientes provenientes de otras comidas”, indicó la nutricionista Claudia Ayala.

Asimismo, señaló que si bien la es una fruta nutritiva, de fácil deglución y digestión, no es recomendable su inclusión a edades muy tempranas debido a su bajo aporte calórico.

Por su parte, el Colegio de Nutricionistas del Perú manifestó que el agua de granadilla no prepara ni forma el estómago del bebé. En cambio, la es el alimento que posee esas propiedades, gracias a sus oligosacáridos que funcionan como prebióticos que ayudan al crecimiento de bacterias específicas en el sistema digestivo del niño.

En ese sentido, Claudia Ayala agregó que las demandas nutricionales de un bebé a partir de los 6 meses incrementan y por ser su capacidad gástrica aún muy pequeña se requiere que cada comida que se le brinde sea densa y de alto valor energético, para asegurar un consumo adecuado de nutrientes.

Por ello recomienda elegir preferentemente frutas sólidas y de mayor consistencia como el plátano, manzana, peras, etc. Y recuerda que el principal líquido que debe recibir el bebé es la leche materna.