Jonny es autista y siempre ha sido muy reservado. Hace dos meses llegó Xena a su vida y todo cambió, para bien. “Él ahora habla sin parar. Es el niño más feliz que he visto en estos ocho años”, señaló su mamá Linda Hickey para el portal Today Health.

Poco antes que Xena entrara en la vida del pequeño Jonny, el cachorro fue llevado a un refugio de animales en el estado de Georgia. Xena no la tuvo fácil. Fue abandonada a su suerte, estaba moribunda y esquelética.

Había sido devorada por las pulgas y no podía caminar. Con esfuerzo y dedicación, los trabajadores del refugio lograron reanimarla. Su recuperación fue progresiva y sorprendente.

El día que Linda recogió a Xena del refugio para llevarla a casa, pasó por la escuela de Jonny. El pequeño dibujó una sonrisa inmensa en su rostro y luego se derritió en una avalancha de afecto.

Con el fin de promover las sanas relaciones entre los niños y los perros, Xena y Jonny cuentan con algunos videos en YouTube y tienen una página de Facebook en la que comparten fotos de su bella amistad.

Fuente: Andina