Ya nada es igual. La llegada del primer hijo es una experiencia que cambia tu vida en múltiples aspectos, pero si hablamos del corazón, experimenta sensaciones nunca antes vividas.

Los sentimientos que despierta tener un hijo pueden llegar a sorprenderte y a cambiarte.

El vínculo con un hijo

La llegada de un hijo a tu vida hace que experimentes un nuevo tipo de amor, que en nada se parece al amor romántico que sientes con tu pareja, o al familiar que sientes hacia tus padres, hermanos o amigas. Es un vínculo tan fuerte, un apego tan intenso como nunca antes sentiste.

La naturaleza de este amor no se puede comparar con ninguna otra relación. Es una nueva forma de entrega, sin límites y sin condiciones.

Mayor responsabilidad

El sentimiento de responsabilidad hacia un hijo es algo que tampoco se puede comparar con nada. Si bien durante toda tu vida fuiste responsable en muchos aspectos, como en tu trabajo, en el cuidado de tu hogar, en tus finanzas, un hijo es algo diferente.

Te hace comprender que es un ser indefenso que depende pura y exclusivamente de ti, y que eres tú quien debe velar por su sano y feliz desarrollo.

Paciencia extrema

Seguramente nunca pensaste lo paciente que puedes llegar a ser ante sus demandas. Cuando llora sin parar, o cuando no se quiere dormir, o lo que fuera, mamá siempre está para calmarlo, para cuidarlo, para satisfacer sus necesidades con amor y paciencia, sin renunciar ni perder los estribos.

Resistencia sin límites

Antes de tener un bebé ni siquiera sospechabas que eras capaz de pasar tantos días sin dormir bien. La maternidad hace que llegues a límites inimaginados por tu hijo, por velar por su bienestar. Te sorprendes siendo una mujer fuerte, que todo lo puede.

Generosidad absoluta

Otra faceta quizás antes desconocida de tu vida es la generosidad que despierta ese pequeño en ti. De repente todo lo que quieres o deseas ya no es para ti, sino para tu bebé. Sólo buscas su bienestar de manera desinteresada y natural.

Instintos primitivos

Además del fuerte instinto de protección que nace en ti, que te hace capaz de luchar hasta contra fuerzas sobrenaturales, te sorprendes guiándote por olores y sonidos, representando dignamente a las especies animales… ¿Eso es olor a caca? o ¿Respira con normalidad? Son sólo algunas de tus preguntas diarias.

La mejor compañía

Creo que uno de los mejores sentimientos que trae un hijo es la maravillosa sensación de que ya nunca vas a estar sola. Si tu pareja trabaja muchas horas o si eres madre soltera, siempre vas a gozar de la compañía de ese pequeñito que llena tu vida de alegría, por el cual darías todo solo por verlo sonreír.