Los implantes mamarios llevaron a un fatal desenlace. Cuando Lucy Petagine daba de lactar a su hija Luna cuando en un momento explotó uno de sus implantes de senos PIP, sin pensar en el hecho que ocurriría más adelante.

Luego de 18 meses, su pequeña hija fue diagnosticada con un cáncer cerebral incurable. La relación entre la terrible enfermedad y sus implantes de pecho, hechos con silicona industrial diseñada para rellenar colchones, no fue descartado por los médicos que ven de cerca el caso.

Cinco años atrás, cuando nació la pequeña, a Lucy se le rompió el implante del pecho derecho. Hecho que sería un riesgo a la hora de dar de lactar, según señaló su médico de entonces. Al poco tiempo la menor fue diagnosticada con un tumor cerebral denominado ’ependimoma’, mal que afecta directamente su sistema nervioso central, y que según los que ven de cerca el caso, no parará de crecer hasta que acabe con su vida.

La incertidumbre se acrecentó en la familia, cuando se conoció que su otra hija, de tres años, podría correr el mismo riesgo por darle también de lactar. Según refiere el diario de The Sun, la devastada madre hizo un pedido para poder esclarecer lo que contienen los implantes defectuosos, y lo que han hecho en el cuerpo en mujeres del mundo.