A pesar de que la falta de espacio por el tamaño del feto hace más difíciles sus movimientos el bebé no dejar de moverse dentro del vientre de su madre.

Tienes que sabes…

Ese pequeño en tu vientre es ahora un bebé hecho y derecho. Al llegar a la semana 37 ha concluido ya su desarrollo en tu útero y podría nacer en cualquier momento.

A partir de la semana 37 de embarazo puedes tener síntomas de labor de parto, como pérdida del tapón mucoso, sangrado, ruptura de la bolsa del líquido amniótico (comúnmente conocido como “reventar la fuente”) o contracciones. Si presentas alguno de estos síntomas, llama de inmediato a tu médico.

Tus citas de control prenatal son ahora semanales. En ellas tu médico evalúa si tanto madre como bebé están listas para el parto. La espera ha sido larga, pero en pocos días tendrás a ese bebé en tus brazos.