Obesidad, hipertensión y diabetes. factores perjudiciales que se presentan cada vez más entre la población occidental, y que repercuten directamente en la capacidad de muchas mujeres de llevar a término un embarazo saludable. Según un estudio del Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, el incremento de riesgos cerebrovasculares ha pasado a un primer plano en los últimos quince años entre mujeres, y básicamente, futuras mamás.

El ictus u otros efectos cerebrovasculares han llevado a incrementarse, a causa de este mal, un 47% de mujeres gestantes frente a un 83% en la etapa de alumbramiento, padecen problemas de ictus.

La clave para evitar estos problemas recaerá en llevar hábitos de vida saludables antes, durante y después de la etapa de embarazo y el parto, por medio de una alimentación saludable y ejercicio.