Tripp Roth, de dos años, sufre una extraña enfermedad que impide que le toquen. La piel del pequeño se llena de ampollas y cicatrices cada vez que sufre el más ligero roce, por lo que tiene que vivir envuelto en vendas. A pesar de que los médicos le aseguraron que no cumpliría más de un año, Tripp ya ha celebrado su segundo cumpleaños.

Según informa el diario Daily Mail, Tripp, que vive en Louisiana y sufre epidermólisis ampollosa que le ha dejado sin vista y sin habla y no le permite ni bañarse sin tomar potentes sendantes.

La piel de Tripp carece de una proteína que hace que sus capas se unan entre si por lo que cualquier roce causa úlceras y cicatrices en la misma, los párpados, la parte superior del esófago y el interior de su boca.

La enfermedad que sufre el pequeño no tiene cura y lo único que puede hacer su madre, Courtney Roth de 26 años, es mantenerlo envuelto en vendas para proteger su delicada piel.