El número de divorcios y de separaciones ha aumentado considerablemente en los últimos años, haciendo que los hijos, sean los más perjudicados por encontrarse inmersos en situaciones por las que ellos no están preparados, más aun, cuando los afecta en edades tempranas.
Según un informe de red para ellas, si el niño vive en medio de un escenario de conflictos donde el maltrato, abuso de alcoholismo o drogas son parte de su medio, será necesario la separación de sus padres, pues puede generar en ellos influencia que perjudicará para su vida futura.
Esta comprobado que el niño sufre mucho más en situaciones en que los padres son infelices juntos que cuando deciden vivir separados. Los hijos necesitan del afecto de una familia constituida correctamente, pero su estabilidad emocional es aun más importante. Una separación debe considerarse de manera madura, dando prioridad a la relación con los niños y la manera en cómo les afectaría, hablando con ellos sobre esta nueva etapa y hacíendoles entender que ello no dañará su manera de demostrarles afecto y cuidados.