Muchas familias toman muy a la ligera algunos defectos de nacimiento de sus hijos. Sin embargo, lo que los papás no saben es que esos defectos afectan a 1 de cada 33 bebés. Incluso llegan a ser causa de muerte infantil por lo menos en 1 de cada 5 niños.

No siempre los bebés que nacen con un defecto congénito tienen antecedentes en la familia ni tampoco porque sean hereditarios. Muchos de éstos defectos no se encuentran en un lapso corto de tiempo después del nacimiento sino hasta después.

Un defecto de nacimiento puede afectar conforme va pasando el tiempo. Algunos como el labio leporino o espina bífida son fáciles de ver. Otros, como defectos del corazón pueden presentarse con el paso del tiempo.

Tú, como mamá debes prevenir algún defecto de nacimiento ¿cómo? muy fácil, toma ácido fólico durante el embarazo. El ácido fólico ayuda al cerebro de un bebé y a que la columna vertebral se desarrolle más rápido en el primer mes de embarazo.

Los defectos de nacimiento no necesariamente se deben a la genética. Existen muchas causas, por ejemplo: el consumo de tabaco, tomar medicamentos en exceso o exponerse a productos químicos durante el embarazo.

Debes también tener en cuenta que tu higiene personal influirá mucho durante el embarazo. Centers for Disease Control and Prevention aconseja que la mejor manera de mantener a un bebé nonato a salvo de infecciones es lavarse las manos frecuentemente, especialmente después de ir al baño, no tocar carne cruda, huevos crudos o verduras sin lavar.