Se acabaron las clases, lo que significa que los en edad escolar se encuentran en casa disfrutando de sus vacaciones de verano. Debido a que tienen muchos días libres, es usual que los les pidan que ayuden con algunos de los quehaceres del hogar.

Por ejemplo barrer, regar el jardín, lavar el auto, ayudar a cocinar (dependiendo la edad), etc. Ellos la realizan y los progenitores se olvidan decir gracias, acción que puede provocar problemas.

Y es que la falta de ellos puede provocar que el niño o adolescente no tenga iniciativa propia para colaborar con papá o mamá en casa, es decir no tenga un espíritu colaborador o sea proactivo*

Por ello la psicóloga Isela Malca recomienda que los chicos reciban alguna motivación por parte de sus padres, sobre todo si lo encomendado fue hecho bien.

Una simple frase ayuda mucho. Por ejemplo, el papá puede decirle ‘me ha gustado mucho lo que acabas de hacer’ o ‘ahora puedo confiar en ti’, eso hará que el menor se sienta feliz y sobre despierte su iniciativa por hacer las cosas”, señala la especialista.

Otro detalle que puede hacer que el menor tenga un espíritu colaborador es a través de la integración que le den sus papás en eventos sociales y familiares.

Ellos se sienten integrados y eso los hace tener voz propia. Si no expresan sus ideas, serán unas personas temerosas y cohibidas más adelante. Eso lo pueden evitar los mismos padres al dejar que sus hijos expresen sus ideas, apoyarlos con lo que digan, pero sobre todo indicarles si está bien o mal lo que indicaron”, agrega la psicóloga.