Un estudio de la Universidad de Montreal, descubrió, después de analizar 4,705 casos de abortos, que ingerir medicamentos como ibuprofén (un excelente analgésico y antiinflamatorio) en la primera fase de la etapa de gestación, puede duplicar el riesgo de sufrir una pérdida inesperada.

La revista Canadian Medical Association Journal, informó que el consumo de antiinflamatorios no esteroides (ibuprofén, naproxén y celecoxib), durante unos 15 días previos a la concepción y durante las primeras 20 semanas de embarazo, conlleva a un riesgo 2,4 veces mayor de poder sufrir un aborto involuntario.

La Administración de Medicinas y Alimentos de EE.UU demuestra que en el tercer trimestre del embarazo, el ibuprofén se convierte en un medicamento con un “alto porcentaje de riesgos evidentes para el feto”, causando alteraciones en el desarrollo y funcionamiento del sistema cardiovascular, reduciendo el líquido amniótico y originando problemas renales.