Cuando pensamos en los trastornos de alimentación tales como la anorexia o la bulimia, es fácil asociarlos a una etapa tan difícil como es la adolescencia. Sin embargo, este tipo de problemas de salud suceden cada vez a edades más tempranas.

Prevención de la anorexia y bulimia

Para evitar que tu hijo pueda sufrir un trastorno alimentario, es importante que desde el principio le expliques, y le reiteres, la importancia que tiene comer de forma sana y mantener una alimentación equilibrada.

Háblale sobre los inconvenientes y las consecuencias negativas que suponen una inadecuada alimentación, y asegúrate de que entienda que comer bien es equivalente a ser feliz.

Intenta que el niño pueda asociar la comida con ‘cosas buenas’: de esta manera, cuando son pequeños cocina de tal manera que puedas crear figuras con la comida, e intenta que en el plato se encuentren todo tipo de colores.

Fomentando la autoestima

Por supuesto, el problema de los trastornos de alimentación es psicológico, y por este motivo es esencial que desde casa se cuide muchísimo la autoestima de los niños, haciéndoles sentirse útiles y valorados.

Las críticas, si no son constructivas, no van a ayudar al pequeño a sentirse bien consigo mismo, y los calificativos negativos sólo crearán un complejo que podría llevarle a querer dejar de comer para así lograr el ‘cuerpo ideal’.

Fuente: Informe21