La etapa de la dulce espera es una de las mejores en la vida de toda mujer. Pero también es una etapa de muchos cambios a los que debemos adecuarnos. Nuestro cuerpo se va transformando y nuestro estilo de vida da un giro de 180°.

Ashlee Gadd es una mamá que escribió para el portal Coffeeandcrumbs una carta para ella misma antes de convertirse en mamá. Aquí te lo compartimos:

”Ay, mamá. Te veo en el pasillo de pañales del supermercado, llenándote de palomitas de maíz, buscando distintas cosas de bebé. Estás mirando ocho tipos de toallitas de bebé diferentes, tratando de tomar grandes decisiones para la vida de tu futuro hijo: perfumado vs. neutro, orgánico vs. artificial, de marca vs. genérico.”

”Frunces el ceño cuando miras a tu alrededor y te ves rodeada de todas esas opciones: pañales, canastos para pañales, bolsas para los canastos para pañales, cremas para evitar irritaciones con los pañales, etc. Todos los productos se encuentran alineados frente a ti, y se burlan de ti…se burlan de todas las madres.”

”Gritan “¡Elígeme! ¡Elígeme a mí!”, en un intento por llamar tu atención mientras sigues llenándote de palomitas de maíz.”

”Mientras tanto, lo que más quiero hacer es tomarte por los hombros y gritarte y susurrarte dulcemente al mismo tiempo: no importa. Ninguna de esas cosas importa. No importa que no tengas la más mínima idea de lo que estás haciendo o comprando, y déjame decirte un pequeño secreto: nadie la tiene.”

”Nadie sabe lo que están haciendo con un nuevo bebé. Todos estamos igualmente despistados y aterrados de hacer todo mal. Todos estamos aquí, atrapados en este amor recién descubierto que todo lo consume, tratando de aprender algo cada día, un error a la vez, una compra del supermercado demasiado cara a la vez.”

”Veo la preocupación en tu rostro, la ansiedad en tu corazón, las cosas ridículas que estás buscando en Google. Está bien, es parte del proceso. Sé que tienes miedo de que la vida nunca sea igual que antes, y tienes razón, no lo será. Será tanto mejor y más difícil al mismo tiempo, algo que no vas a entender por completo hasta que ese pequeño ser de 3 kilos esté en tus brazos.”

”Yo sólo estoy dos miserables años más adelante que tú, pero ten por seguro que he aprendido más acerca de la maternidad en estos dos últimos años de los que he hecho en los 26 años previos a la primera prueba de embarazo positiva. Y aunque tengo mucho que decirte, muchos consejos que dar y estímulos para ofrecer, sé que nunca vas a comprender plenamente nada de esto hasta que el bebé esté aquí. Sin embargo, no puedo evitar hacerlo. Esto es lo que quiero que sepas:”

1. Vas a ser diferente

”Verás partes de ti misma que en un principio serán irreconocibles, y que aflorarán por el simple hecho de que otro ser humano va a ser absolutamente dependiente de ti para todo. Vas a estar ansiosa, vas a estar preocupada, te sentirás sobreprotectora como nunca antes. Necesitarás espacio y a la vez no, porque todo lo que vas a querer es estar sola pero al mismo tiempo no vas a querer dejar a tu bebé con nadie más. Aprenderás a amar intensamente y sin expectativas, y por primera vez en toda tu vida, tu prioridad dejarás de ser tú misma y conocerás una generosidad sin precedentes, algo que siempre estuvo en ti pero que se encontraba enterrado en lo más profundo de tu ser, esperando este momento, este cambio, este bebé, esta ocasión para salir a la luz.”

2. Tu cuerpo va a ser diferente

”Algunas partes se harán más grandes, mientras que otras se encogerán, lo que es raro, milagroso y confuso la mayor parte del tiempo. Algunos días vas a odiar tu cuerpo y otros días lo vas a amar. No te exijas más de la cuenta. Cuando estés teniendo un momento difícil, haz algo por ti: toma una ducha, sécate el cabello y ponte cremas. Disfruta de un nuevo par de jeans cuando estés lista para usar jeans de nuevo. Cómprate un buen par de pantalones y no te fijes en el precio, (dile a tu marido que yo apruebo esa decisión). Recuerda que tu cuerpo nutrió y mantuvo a un ser humano, y que esas estrías en el abdomen son las marcas de un guerrero.”

3. Tu matrimonio será diferente

”Tú y tu cónyuge se verán mutuamente desde una perspectiva totalmente diferente: tendrán nuevos estándares para definir tanto los triunfos como los fracasos. Uno de ustedes será “demasiado relajado”, mientras el otro será “demasiado preocupado”, no te preocupes, con el tiempo van a aprender a encontrar el punto medio. Aprenderán a amarse como padres, y ese es un tipo de amor totalmente diferente. Sus citas nocturnas serán escasas. Su vida sexual será menos frecuente. Paciencia, paciencia, paciencia. Van a tener la tentación de llevar la cuenta de todo: el número de veces que se levantan en medio de la noche, el número de pañales que han cambiado, quien lavó los platos la noche anterior, cuál de los dos trabaja más. Escucha esto con atención, mamá: contar puntos no tiene cabida en un matrimonio sano. Bota tus cálculos a la basura: ahora es cuando más se necesitan mutuamente.”

4. Tu casa será diferente

”A menudo te sentirás abrumada por el desorden, las torres de platos, las superficies pegajosas y las migas. Pero un día verás un rastro de dulces en el suelo, marcando donde ha estado tu bebé y lo que ha hecho, y te darás cuenta de que esos dulces en el suelo hacen que tu casa se siente más como un hogar que cualquier arreglo de flores frescas, y esa epifanía te hará sonreír. Un día tu hijo va correr por el pasillo en su pijama con piecitos y vas a querer capturar ese sonido en una botella por toda la eternidad, porque no hay mejor sonido para despertar (excluyendo la cafetera). Tu casa estará más sucia, más caótica, y menos propicia para convertirse en un hostal, pero te gustará cien veces más, ya que nunca te habrás sentido tan en casa como en ese momento.”

5. Toda tu vida será diferente

”Cada día te despertarás con la responsabilidad de amar a un niño sin medida. Afectará cada decisión que tomes, cada pensamiento que tengas, cada fibra de tu propia existencia. Poco a poco vas a aprender a dejar el control y las expectativas, un proceso que vas a tener que practicar todos los días por el resto de tu vida como madre. Comenzarás a ver el mundo como una mamá. Verás al amor, a Dios y la humanidad a través de nuevos ojos que te cambiarán, te moldearán, y te harán más consciente de lo pequeña que eres y de lo grande que es Dios.”

6. Se llenará un vacío que no sabías que existía

”¿Te acuerdas de la primera vez que viste un amanecer? ¿La primera vez que tus dedos sintieron la arena? ¿La primera vez que probaste chocolate? Probablemente no; eras demasiado joven como para recordarlo. Cinco minutos antes de que esas experiencias sucedieran, simplemente te encontrabas viviendo la vida pensando que todo era genial tal y como era. Pero entonces, visto lo impresionante que es cuando sale el sol anaranjado, y sentiste la arena caliente entre los dedos, y probaste ese delicioso trozo de chocolate y entonces, lo supiste. Sabías que tu vida se había vuelto infinitamente mejor en todos los sentidos, ya que experimentaste magia. Y la maternidad es algo similar, sólo que un millón de veces mejor.”

”Así que sigue comprando, mamá. Acabas de tirar un pedazo de palomitas dentro de tu camisa, pero no te preocupes, nadie se dio cuenta. Y recuerda lo que dije sobre las toallitas para bebé: eso no importa.”