Cuando estamos con nuestros pequeños pasándola fenomenal, no falta esos ratos de tensión cuando nuestro hijo se ponga a hacer un berrinche. Esas escenitas que ya muchas veces lo conocemos pueden poner nuestros nervios de puntos y son capaces de sacarnos de nuestras casillas cuando vemos que se encaprichan en algo.

Aunque algunos padres recurren al jalón de orejas o a un manotazo, lo mejor es evitar esta forma de corrección que no les hace nada bien y más bien debemos implementar nuevas formas de enseñarles que lo que están haciendo no está bien. Toma nota de estos consejos:

Mantén el control: Si crees que gritando más fuerte que tu pequeño, marcas más autoridad, estás equivocado. Cálmate y explícale las cosas. Hazle ver lo que ha hecho no es correcto y qué hubiera sido mejor.

No cedas: Cuando le vamos a dar un castigo debes ser firme. Es decir, no debes caer en negociaciones con tu hijo porque pensará que siempre podrá hacerlo. Por eso, a la hora de elegir el castigo debes que pensarlo bien.

No te expreses mal de tu hijo: Algunas veces cometemos el error de decir: “Me tiene cansada con sus berrinches”. Cuando ellos escuchan solo logras afectar su autoestima. Por eso es mejor resaltar las cosas positivas que tiene y lo que debe corregir dilo a solas.

Sigue estos consejos y verás que poco a poco tu engreído irá mejorando su conducta.