La es un trastorno en el que la respiración de una persona se interrumpe por algunos segundos de forma inesperada. Esto puede producir un colapso en las vías respiratorias o una obstrucción de ellas mientras duermes.

La gente que padece de esto suele roncar mucho. Los más propensos a presentarlo son: los hombres, personas con sobrepeso y niños con amígdalas o adenoides hinchadas.

El diagnóstico se basa en su historia médica y familiar, un examen físico y en los resultados de un examen del sueño. De acuerdo con el National Heart Lung and Blood Institute, más de 12 millones de personas tiene actualmente apnea obstructiva del sueño en el mundo.

En el caso de los niños, según la Fundación Nacional del sueño en Estados Unidos cada vez son más los pequeños que tienen este padecimiento, por lo que es importante prestar atención a cualquier señal.

Es importante enfatizar la necesidad de mantener una adecuada cantidad y calidad de sueño en niños, porque la apnea del sueño puede afectar la calidad de vida de su hijo. Pues la infancia es el periodo en el cual el cerebro está en su máximo desarrollo por lo cualquier daño en sus procesos normales impacta en forma negativa en su neurodesarrollo”, detalla el Dr. Darío Meza, experto en medicina del sueño de la clínica odontológica Maxillaris.

Para ayudar a los padres, el especialista comparte las señales de alerta:

Mientras duerme:

Antes de dormir

1. Necesita mantener la boca abierta para respirar mientras duerme.

2. Presenta ronquidos intermitentes durante la noche, todos los días.

3. Su respiración se interrumpe inesperadamente y después empieza a respirar.

4. Presenta saliva excesiva mientras duerme.

5. Duerme en una posición un poco extraña y suele dar vueltas en su cama.

Después de dormir:

1. Dolor de cabeza al levantarse.

2. Sed abundante al despertarse.

3. Suele estar fatigado desde horas de la mañana.

4. Despiertas de mal humor, desanimado y no logras concentrarte.