A veces por cuestiones de trabajo, economía u otros motivos, algunas optan por ser a los 40. Esto puede jugarles en contra y hasta en algunos casos poner en riesgo al bebé, porque a esa edad el cuerpo es completamente diferente a cuando tienes 20 o 30.

En esos casos, el secreto está en la preparación anticipada y los chequeos médicos y ginecológicos de forma constante que permitan prevenir riesgos.

Son alrededor del 30% de mujeres que tienen 40 años las que llegan a las consultas ansiosas y fervientes de ser madres. Les preocupa que las probabilidades de ser fértiles sean pocas y les da miedo que, logrado el embarazo, enfrenten un impacto negativo para ellas y sus hijos, pero siguen adelante”, comenta Verónica Espinoza, obstetra de EsSalud.

Sabiendo ello y para ayudar a que las féminas que han decidido tener un hijo a esa edad tengan un tranquilo, la especialista brinda algunas recomendaciones:

1.- Como regla de oro, la mujer mayor de 40 años debe realizarse un chequeo preconcepcional y prenatal, y debe asistir a consejerías sobre nutrición sana.

2.- No debe automedicarse. Tiene que saber que la dosis que puede tomar una alguien 20 años no es la misma.

3.- En estos casos, lo recomendable es informarse sobre los efectos secundarios y, por lo tanto, cuidarse.

4.- No puede hacer ejercicios de alto impacto como maratones, pero, sí natación o ejercicios de relajación.

5.- Los viajes están restringidos en el tercer trimestre, para evitar algún trajín que genere un incremento de la contracción uterina.

6.- La mamá debe comer lo suficiente para evitar la obesidad durante y después de la gestación.

7.- Una opción de comida supernutritiva es el cuy, que tiene alto contenido de proteínas y colágeno.

8.- El tabaco es dañino, tanto para la madre como para el niño, porque la nicotina atraviesa la barrera placentaria y provoca serios daños.

9.- Cero alcohol a cualquier edad, porque puede producir daños cerebrales, aborto, microcefalia, retraso en el habla, dificultad en la audición, en la visión, mala memoria, hiperactividad, etc.

Por último, la obstetra aconseja que es mejor una maternidad planificada entre los 30 y 35 años, porque, más allá de reducir riesgos, la mujer debe tener tiempo para gozar de cada etapa de sus hijos con la energía y vitalidad que caracteriza a alguien joven.

Fuente: Andina