Conforme crecemos los hijos sentimos que sabemos más que los padres, sabiendo ello Kate Bartolotta, madre de una niña de 10 años sabe que su hija pronto será una adolescente y no querrá escucharla. Por eso, ella ha hecho una lista con 10 cosas que le gustaría decirle:

1. “Al final todo estará bien. Si las cosas no están bien, entonces todavía no es el final”

Realmente creo lo que John Lennon dijo, desde el fondo de mi corazón. Hemos pasado por tiempos difíciles y todavía les quedan muchos tiempos difíciles que enfrentar por sí mismos, pero vale la pena. Construye carácter y enseña compasión. Ahora puedo recordar algunas de las mejores cosas que me han pasado en mi vida a cosas que fueron muy difíciles cuando las estaba viviendo. Así que, cuando las cosas parecen como que son imposible o como que nunca más te sentirás bien, solo debes recordar que, eventualmente, vas a recordarlas con cierto asombro. Todo va a estar bien.

2. Todo el asunto de las drogas y el alcohol no se trata realmente de las drogas y el alcohol

Si vas a probar esas cosas, yo lo acepto. La mayoría de nosotros lo hacemos, ya sea al probar un cigarro de un amigo que piensas que es más genial que tú, al embriagarte en una fiesta o fumando hierba porque pareciera que todo el mundo lo está haciendo, con excepción de ti. Pero este es el punto fundamental: todas esas cosas son solo otro medio para no estar aquí presente

3. Descubre lo que amas y acéptalo completamente

Prueba cosas, prueba todas las cosas. Ve lo que te hace escuchar música dentro de tu alma y lo que hace que tu corazón crezca y luego solo hazlo. Encuentra todo lo que puedes acerca de eso.

4.- No tengas miedo de cometer errores

“Si estás cometiendo errores, entonces estás haciendo cosas nuevas, estás probando cosas nuevas, aprendiendo, viviendo, empujándote a ti mismo, cambiándote a ti mismo, cambiando al mundo”.

5.-Mereces respeto

De mí, de tu padre, de tus amigos, de tus profesores…de todas las personas involucradas en tu vida. La mejor forma de recibir respeto de parte de los demás es al respetarte a ti mismo. Mantente firme por lo que quieres. Toma decisiones que tú piensas que son correctas. Y, si alguien en tu vida te falta el respeto, házselo saber.

6.- La primera persona que te llama la atención no es “El Elegido”

Y, probablemente, tampoco es el segundo, el tercero o el cuarto. ¿Sabes por qué? Es porque tú eres la elegida. El amor no es algo que está afuera, algo que otra persona te puede entregar. Ya se encuentra dentro tuyo. Es esa parte dorada adentro de cada uno de nosotros que nos hace que estemos vivos.

7.-El romance es genial, pero no es lo mismo que el amor

El sexo con alguien a quien amas es una cosa increíble. Pero, no la única cosa. Vas a tener algunos primeros besos que sentirás todo el camino hasta tus pies y pensarás “OH, POR DIOS, LO AMO”, pero en realidad lo que amaste fue el beso. Volverás a ver a alguien y sentirás algo similar al amor de las películas, pero, en realidad, solo es una química fenomenal.

8.- La bondad siempre es una respuesta apropiada

Cuando llegas a la adultez, ya vas a haber olvidado muchas de las cosas que parecían muy importantes en la preparatoria y en la universidad. Pero, nunca olvides a las personas que fueron genuinamente bondadosas contigo, aquellas que te ayudaron cuando estabas herida, las que te amaron, a pesar que sentías como que no te lo merecías. Sé ese tipo de persona con tus amigos.

9. No tengo todas las respuestas, pero estoy aquí para escucharte

En este momento, ustedes piensan que yo tengo todas las respuestas, pero no es cierto. Sin embargo, uno de los regalos más grandes que me dieron mis padres fue su sabiduría y al mismo tiempo me mostraron que los adultos no son seres estáticos: ellos continúan creciendo, aprendiendo.

10. Nunca es muy tarde para vivir una vida de la que estés orgulloso

Si no aprendes ninguna otra cosa más de mí, aprende esa. Solo tenemos un intento para hacerlo. No existe ningún límite de edad para cambiar tu rumbo, estar instalado y atrapado en una vida que no es auténtica es un trágico desperdicio. F. Scott Fitzgerald lo dijo mejor

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