Una separación de es un acontecimiento que no solo afecta a lo involucrados, también los hijos sufren las consecuencias de esta decisión.

De hecho, cada edad requiere especial atención y, en el caso de los , los padres deben brindarles confianza y conversar continuamente con ellos para sobrellevar bien este hecho.

Para estos casos, Fernando Lamas, psicólogo y docente de la Universidad Tecnológica del Perú (UTP), comparte 5 consejos para que los menores afronten esta nueva realidad:

1. Los separados no son ellos

Las investigaciones confirman que los hijos que mantienen una relación cercana con ambos padres generan mejores recuerdos personales, pues se sienten más protegidos y queridos. A fin de mantener esta cercanía en la separación de los padres, lo ideal es alternar actividades cotidianas (por ejemplo, hacer tareas, comer en casa o hacer tareas domésticas) con momentos especiales (como vacaciones, salidas y fiestas) buscando el tiempo justo para ello.

2. Ideas positivas

Hay que potenciar la confianza del adolescente y ayudarlo a desenvolverse normalmente con amor e interés, predicando con el ejemplo, y colocando reglas claras, con expectativas y obligaciones adecuadas para la edad de cada joven. No es conveniente en esta parte quejarse de su suerte o de lo malo de las relaciones afectivas, pues se trata de que el hijo se mantenga con buen ánimo.

3. Ellos no son parte de la pelea

Acaso el modo más importante para que los padres puedan proteger a un hijo sobre la dureza de una separación es reduciendo al máximo los conflictos y evitando hablar mal del otro al comunicarse con sus hijos.

El respeto que ambos padres muestren hacia el otro es la base de la armonía en el tránsito de un cambio familiar. Sobre todo, conviene recordar que por nada se debe forzarlos a decidir o tomar posición por uno u otro progenitor. Ello los llenaría de estrés y culpa, además de temores por probables futuros reproches.

4. Sin tantos cambios

Una separación ya es un gran cambio en sí mismo. Por ello, poder minimizarlos y potenciar las rutinas que permitan un crecimiento estable es lo recomendable. Mantenerlos en la misma casa y escuela ayudará siendo coherentes respecto a las normas en ambos hogares. En caso de surgir un cambio, hay que anticiparlo y tener una actitud abierta y comprensiva a las reacciones que puedan presentarse.

5.Dos hogares, un estilo

Ha de ser muy importante que los hijos de una pareja que se separa puedan tener un similar en cada uno de los nuevos hogares. Ello debido a que podría ser perturbador en lo emocional que un padre lo llene de regalos y lujos, mientras que el otro tiene problemas para mantenerse económica y socialmente. Esto puede reiniciar las comparaciones y confusión en un adolescente. Se requiere en tal caso organización y decisiones consensuadas.