1. Las relaciones sexuales: Una de las preocupaciones más comunes es si el sexo puede generar riesgo o pérdida del bebé. Hasta el día de hoy, no existe base científica que pruebe ello. La actividad sexual puede darse de manera normal desde el inicio de la etapa de gestación hasta el momento de la etapa de alumbramiento. Aunque siempre es importante consultar con el ginecólogo, si es que llegar a existir un caso particular que indique la abstinencia sexual. Las mujeres en riesgo de parto prematuro, que han estado con contracciones o durante otros embarazos han tenido casos de matriz incompetente (cérvix incompetente, por ello es necesario la consulta del médico ya que el sexo no sería aconsejable en estos casos.

2.Teñirse el pelo: Se aconseja que sobre todo en el primer trimestre (cuando se forman todos los órganos del bebé) no se debe tener contacto con sustancias tóxicas; el plomo que contienen algunos tintes es un componente perjudicial. Existen productos naturales (tintes vegetales) que aunque no son permanentes, ayudan a mantener el color de pelo durante un tiempo. En general, los expertos prefieren que una embarazada se haga mechas o rayitos en vez de tinte, a fin de evitar que se absorban tintes a través de la piel.

3.Pedicura y manicura: Según refieren obstetras, cualquier químico fuerte e intenso tiene el potencial de entrar al torrente sanguíneo y llegar a afectar el bebé. No existe evidencia de que la cantidad de químico que existe en un frasquito de esmalte pueda ser capaz de perjudicar al niño, aun así es aconsejable no inhalar el esmalte directamente y sobre todo en medio de un ambiente que no es ventilado.

4.Consumo de cafeína: No existe investigaciones que determinen que el consumo moderado de cafeína (2 o 3 tazas al día) tenga relación con abortos o malformaciones en el bebé. Sin embargo, durante el embarazo pueden ser frecuentes molestias digestivas como la acidez, pesadez estomacal, etc; básicamente en los tres primeros meses, producto de la revolución hormonal, y durante los dos o tres últimos meses, debido a la presión que ejerce el bebé sobre el estómago.