es la intervención quirúrgica que algunos médicos usan para que un bebé nazca sin complicaciones. Este método es muy utilizado cuando un parto ‘natural’ puede producir algún tipo de complicación en el nuevo ser, si pone en peligro la vida de la o a veces si ella lo solicita.

Esta se lleva a cabo por encima de la pelvis y después de su realización, la mamá necesita reposo y ciertas atenciones, ya que cada piel es diferente y no todas las cicatrices se curan con la misma facilidad.

Teniendo eso presente, la ginecóloga Yda Gamarra, consultora de Bio-Oil, dice que un buen cuidado es la clave para evitar el riesgo de complicaciones. Asimismo, a continuación, brinda algunas recomendaciones.

1. Masajea tu cicatriz diariamente

Se aconseja hacerlo dos veces al día durante tres meses y usando algún aceite. Esto debido a que poseen vitaminas que le aportarán hidratación extra, elasticidad y agentes regeneradores a la piel.

2. Acude a tratamientos fisioterapéuticos

Hacerlo ayudará a que tu zona pélvica se fortalezca. Los abdominales hipopresivos son muy recomendables porque trabajan esa área específicamente y sobre todo te ayudan a evitar diástasis abdominal.

3. Ejercítate moderadamente

Caminar, nadar, realizar pilates u otras actividades lograrán que de a pocos tu cuerpo se recupere luego de la cesárea.

4. Cuida tu alimentación

Llevar una dieta que incluya frutas y verduras ricas en nutrientes y antioxidantes hará que tu la herida cicatrice con mayor facilidad. Asimismo, debes beber abundante agua.