El sexo oral es una parte fundamental de la relación. Es lindo hacer que ellos disfruten, pero también aprender a pasarla bien nosotras al practicarlo.

No vayas directo a la él. Móntate sobre su cuerpo, resbálate en su piel contorneándote y susúrrale al oído cuánto lo deseas. Bésalo el cuello, respira levemente en su oído y comienza a bajar con lentitud. Besa su pecho, sus brazos, su vientre y vuelve a subir… bésalo otra vez entero y al llegar ahí, bordéalo con caricias y lengua, haciéndolo desear que siquiera roces su pene. Sólo cuando lo veas ansioso, ve por él.

Placer para los dos. Como ambos están desnudos, súbete sobre su muslo y frota tu cuerpo mientras le practicas sexo oral. Él no sabrá si fijarse en cómo estás sentada o en lo que haces con tu boca.

Besar no soplar. He escuchado por ahí que a algunas se les ocurre soplar el orificio urinario creyendo que eso entrega placer. Mejor no lo hagas. Es incómodo y, además, puede provocar infecciones innecesarias. Limítate a besar, lamer y acariciar. La creatividad no la apliques en esa área.

De abajo a arriba. Ubícate cómodamente entre sus piernas y ábreselas lo suficiente para tener buena visión de toda su genitalidad. Y comienza a lamer desde el ano a la punta del pene. Con calma, con tiempo, con detención si ves que hay un punto que lo enloquece. Saborea con ganas cada escondite de esta zona y descubre lo que le produce. La cara interna de los muslos también es muy sensible a estas caricias… Y si haces todo esto mirándolo a los ojos, tienes 10 puntos más inmediatamente. A todos les gusta ver lo que estás haciendo allá abajo.

Forma un canal. Crea un canal con tu paladar, los labios y las manos por el que debe correr su pene con la mejor lubricación que puedas darle. No partas muy rápido y fuerte al principio y nunca dejes la lengua quieta. No es recomendable ir tras el orgasmo de sopetón. Hazlo con calma para que sea excitante y para que el clímax luego sea mayor y más potente.

Juega con sus testículos. Como si fueran esas bolitas chinas para relajarse, tócalas y juega con ellas mientras le haces una felación. Es muy estimulante este movimiento circular. Y estas mismas caricias las puedes hacer cuando ya estén en el momento de la penetración. Basta elevar un poco más las piernas e ingeniárselas para que tu mano alcance sus testículos y los acaricie con ritmo.

Nutella. La mayoría de las mujeres son adictas a la Nutella. Bueno, úsela en el sexo y dele sabor a sus encuentros. Úntelo y saboréalo como si fuera el mejor postre. Seguro será estimulante para ti y para él. Con tal que no resulte hostigoso… Alternativamente, puedes usar miel, manjar, crema, o lo que mejor te parezca. Al final, es sólo una excusa…

El frenillo es el foco. Usa tu lengua en esta zona para darle pequeños golpecitos con ella y acariciarlo con la lengua extendida (no puntuda) en esa zona. Puedes también besar suavemente con los labios esta parte del pene que es muy sensible. Anda traduciendo las reacciones de tu pareja y sabrás qué le gusta más y qué no.

Cambio de temperatura. Un hielito en la boca previo sexo oral o unos sorbos de té. Cambia la temperatura de tu boca en plena felación y vuélvelo loco con las sensaciones. Los poros se dilatan y se cierran, haciéndolo sentir distinto. Juega!