La es la incapacidad de un de conseguir o mantener una erección firme para la relación sexual y esto desencadena problemas con la pareja, baja autoestima, estrés, entre otros. Si eres de las que han notado este problema en sus novios o esposos, te contamos que las causas son diversas y los factores psicológicos tienen un papel importante.

Los pacientes que la padecen o sospecha de ella, deben ser evaluados para descartar enfermedades físicas y psicológicas subyacentes. El especialista les dará el tratamiento adecuado para superarlo.

Actualmente los casos de disfunción eréctil se presentan desde temprana edad, en algunos casos desde los 20 años.

Entre las causas que la provocan destacan el sobrepeso (obesidad), diabetes, problemas circulatorios o traumatismos en la zona pélvica que pueden afectar el correcto riego sanguíneo del pene o la medicación por alguna patología. En el caso de los jóvenes puede ser el uso de anabólicos, drogas, consumo frecuente de alcohol, estrés, frustraciones y temores.

Normalmente, los factores psicológicos son más habituales en pacientes entre los 20 y 40 años y esto también desencadena una disfunción eréctil. Por ejemplo el miedo excesivo al fracaso, preocupación constante por los estudios, la parte laboral y económica. Estos son factores que condicionan a una respuesta sexual.

A esto se suma, en algunos pacientes, la inexperiencia, el temor porque la quede embarazada y la posible frustración por el tamaño del miembro viril, lo que genera un bloqueo en la respuesta sexual, impidiendo que el hombre tenga una erección satisfactoria.

En nuestra sociedad existe una gran preocupación por el varón si creen que no ha sido bien favorecido con el tamaño del miembro viril porque se crean temores, inseguridad de insatisfacción a su pareja lo que origina un bloqueo y no pueden concluir el momento íntimo”, precisa Antonio Grandez, urólogo de UROZEN.

Para que no se genere una baja autoestima en el varón por la disfunción eréctil, hay diversos tratamientos que se pueden adoptar entre los 25 y 40 años como las ondas de choque de baja intensidad, una terapia no invasiva que utiliza ondas ultrasónicas para inducir y controlar significativamente la función hemodinámica del órgano sexual masculino. Según el especialista, esto logra mejorar el placer sexual en el paciente.