Helen Fisher descubrió que existen tres etapas claves, cada una de las cuales tiene que ver con una cantidad definida de efectos químicos conocidos.

La lujuria. Esta etapa está obviamente dominada por el aspecto sexual y todo lo que ello conlleva. La testosterona y los estrógenos son las sustancias que más participan.

A pesar de lo que se cree cotidianamente, la testosterona no es solo parte del impulso masculino, sino que también juega un rol fundamental en el deseo sexual de la mujer.

La atracción. Esta etapa es muy importante en el camino del “amor”. Las personas no pueden dejar de pensar más que en su enamorado o enamorada. Pueden perder el apetito.

Podemos decir que en esta etapa participan un grupo de neurotransmisores llamados “monoamines” los cuales llevan las riendas de la situación:

-Dopamina (también se activa con la cocaína y la nicotina)

-Norepinephrine (esta nos hace sudar y acelerar los latidos)

-Serotonina (el cual nos puede hacer perder la cabeza)

La fijación. Este periodo es el que llamamos definitorio donde se propone un compromiso y los deseos de seguir juntos.

Dos hormonas principales se encargan de esta etapa:

-Oxitocina, se presenta en las dos personas durante el sexo y hace que se encuentren con un sentimiento de unidad.

-Hormona antidiurética, esta controla en gran parte a los riñones y fue descubierta mientras se estudiaban los comportamientos sociales.