“Porque durante el sueño no se puede fingir el lenguaje corporal. En este momento uno es honesto y vulnerable, y su posición puede decir mucho acerca de la relación”, explica Corrine Sweet.

La experta dio algunas pautas sobre qué significan los distintos hábitos de sueño, teniendo como base una encuesta realizada por la cadena hotelera británica Travelodge, realizada a dos mil parejas:

Espalda con espalda, con contacto (18%). Significa que la pareja se siente cómoda, íntima y relajada. Es una de las posiciones más habituales en las relaciones que recién comienzan.

Espalda con espalda, pero sin contacto (28%). Si bien están conectados, son lo suficientemente independientes como para dormir por separado. Cada uno “acepta” los hábitos de sueño del otro.

Cara a cara (7%). Esta posición da la pauta que existe una necesidad de contacto, de conversar aún en la cama.

Piernas entrelazadas (4%). Suelen ser los más jóvenes, donde la pasión está más que presente y no quieren separarse ni un minuto. Ideal para los esencialmente románticos.

“Cucharita”, el hombre abraza a la mujer (13%). Es una de las posiciones más tradicionales, es la posición que suelen adoptar las parejas durante los primeros años de relación. Evidencia una fuerte sexualidad, la sensación de seguridad en la relación y la protección del hombre hacia su pareja.

“Cucharita”, la mujer abraza al hombre (5%). En esta posición la mujer toma la iniciativa y protege a su hombre mientras duerme.

La más romántica: la mujer acostada con la cabeza y el brazo sobre el pecho del hombre (1%). Es una posición íntima, que revela una nueva relación o el abrazo después de una relación sexual. Representa un amor vivo.

La cama para él: el hombre parece una estrella, mientras ella se acurruca a un costado (1%). Él es el rey de la cama y fuera de ella. Es seguro y le gusta tener la razón.

La reina de la cama; ahora, la estrella es ella (1%). La mujer es la dueña del espacio, mientras él adopta un papel secundario.