Pero si prestamos atención a esta pequeña lista podremos aprender a interpretar mejor a las mujeres.

1. Señales corporales. Cuando los pezones pasan a estar firmes y erguidos en medio del juego previo es una buena señal. Esto generalmente viene acompañado de gemidos y un leve rubor sobre la zona superior del pecho.

Durante el acto sexual, también son señales positivas una leve agresividad de la mujer (por ejemplo si clava sus uñas en nuestra espalda) y la tendencia a hablar expresando satisfacción o incitándonos a más.

2. Hipersensibilidad emocional. Las alternativas luego de un orgasmo femenino pueden ir desde un leve cambio de humor hasta una pequeña crisis de llanto (crisis en el buen sentido, pensado como una catarsis emocional disparada por el placer sexual).

3. La siesta. Aunque parezca mentira, es una buena señal que ella elija el sueño como acto inmediatamente posterior al sexo. Lejos de reflejar aburrimiento, es una forma de recuperarse del cansancio por la catarata de orgasmos.

4. Los mimos. Mientras que la mitología popular masculina señala que los hombres eligen simplemente darse vuelta y empezar a roncar luego del coito, las mujeres muchas veces eligen lo contrario. Besos, caricias y el contacto de su piel son una manera habitual de demostrar gratitud si están satisfechas.

5. La forma de caminar. Si se levanta para ir al baño y sus piernas tiemblan eso es una buena señal.

6. El tema recurrente de conversación. Si ella suena contenta, excitada, no puede dejar de hablar de lo que acaba de ocurrir, y lo buenos que es su pareja en la cama y elogia su técnica sexual, pueden estar seguros que en poco tiempo vendrá por más.

7. La sonrisa interminable. La boca, a veces sin hablar (todo un logro para algunas mujeres) lo dice todo. Una sonrisa permanente, dulce y agradecida es un síntoma inconfundible en una mujer que ha saciado sus deseos y apetitos sexuales.