La mayoría de las ocasiones somos nosotros los únicos responsables de que la otra persona pase de nosotros y opte por no darnos una segunda oportunidad, a pesar de que nos prometió que nos volvería a llamar. Existen muchas causas que provocan esa ausencia de respuesta por la otra parte, y estas son algunas de ellas.

1.-Estuviste más pendiente del celular: Mandar sms o pasarte media hora hablando con uno de tus amigos mientras la otra persona se aburre esperando que termines de hablar. Responde solo al teléfono si estás esperando una llamada importante o urgente.

2.-Demasiado radical: Elige con cuidado los temas de los que vais a hablar durante las primeras citas, evitando temas polémicos o volverte demasiado radical. Es decir, si hablas de política ni se te ocurra comenzar tu exposición criticando a alguna persona, porque quizá el chico con el que sales lo admira.

3.-No paraste de hablar, o al revés: La conversación es algo fundamental en las primeras citas porque va a permitir saber si tienen cosas en común. Y para saber todo eso es imprescindible que los dos participéis en la conversación, ni uno debe acapararla ni el otro debe quedarse callado todo el tiempo. Aprende a hablar pero también a escuchar y a prestar atención.

4.-Tu ex, el protagonista de la cita: Si has quedado con alguien es porque quieres iniciar una nueva relación. Y para ello es fundamental que entierres tu pasado amoroso. Da igual lo que te haya pasado o lo que hayas sufrido, es un error hablar de tu ex, de relaciones pasadas o de lo que todavía sientes por él en las primeras citas.

5.-Me da igual: A todas las preguntas que él te hizo, siempre respondías de la misma manera: me da igual. Quizás tu intención era la de dejar que fuera él quien eligiera los planes y no imponer tú nada, pero al final lo que queda es que eres como un muñeco de trapo sin iniciativa.

6.-¿Demasiado alcohol?: Tomarse un par de copas no tiene nada de malo, sobre todo si estás en un bar o una discoteca. Pero abusar en las primeras citas es un error, sobre todo si terminas demasiado pasada de copas diciendo tonterías, incongruencias o vomitando allí mismo sobre sus zapatos.