A los hombres les encanta que sus parejas se conviertan en “chicas malas” en la cama. El libro ‘Los Placeres de Lola’, devela prácticos consejos para hacer subir la temperatura del dormitorio mediante la palabra.

Según explica la autora de este libro, Raquel Traba, el lenguaje erótico puede emplearse dando instrucciones claras y directas como por ejemplo: “quiero que me beses los pechos” o “espera que voy a buscar el anillo vibrador”.

Sin embargo, esto requiere entrenamiento para poder despojarnos de la vergüenza y largarnos con frases emblemáticas y no con unas que espanten a tu pareja. Aquí lo importante es ir de menos a más.

Lo que nunca falla para calentar motores con tu pareja es relatarle una de tus más íntimas fantasías. Luego pídele que te cuente sus sueños eróticos también.

El tono es importante en esta jugada. Nada de hablarle con tono infantil. Eso hará el efecto contrario. Usa la voz que usaría una mujer salvaje y pervertida. Encuentra tu tono más sexy ensayando a solas previamente. Y jamás uses palabras peyorativas o de mal gusto. El respeto es esencial hasta en estas instancias.