Las parejas se mienten mutuamente mucho más de lo que podrías imaginar. La científica social Bella DePaulo afirma en el sitio de la revista Psychology Today que las parejas se mienten en una de cada tres conversaciones cuando no están casadas. En el seno de un matrimonio, estas mentiras piadosas surgen en una de cada 10 charlas.

Estas son 8 mentiras piadosas que solemos decirles a nuestras parejas:

1. “Jamás me metí en tus e-mails, ni leí tus mensajes del móvil.”

¡Esa maldita curiosidad! Les aseguro que no lo hacemos porque desconfiemos de ustedes; sencillamente, nos gana nuestro lado chismoso, incorregible. Y como odiamos reconocer nuestras debilidades, mentimos.

2. “Eres el mejor en la cama.”

Deberíamos empezar a decir la verdad. Una sexóloga una vez me dijo: “Son las mujeres las que tienen el potencial de convertir a sus parejas en sus mejores amantes. Solo tienen que ser capaces de pedirles lo que quieren”. La realidad es que muchas veces, mentimos (y fingimos).

3. “Estuve en lo de Susanita…”

Muchas veces evitamos decirles a nuestras parejas la verdad acerca de dónde estuvimos, especialmente si nos tomamos un café con un amigo que miran con recelo.

4. “A cualquiera le puede pasar.”

Frase consoladora ante situaciones embarazosas en la cama.

5. “Me acosté con 5 hombres antes que tú.”

“Mi esposo no tiene idea de con cuántos hombres estuve antes de casarme, confiesa Lydia, neoyorquina de 28 años, al sitio She Knows. Lo que no sabe, no puede lastimarlo.”

6. “No me pasa nada, estoy bien.”

Lo peor es que lo decimos con lágrimas en los ojos y el paso posterior es romper en un llanto descontrolado.

7. “No me importa si te vas de fiesta con tus amigos.”

Por más que nos pongamos la máscara de la novia-independiente-cool, a todas nos da una puntada en el estómago cada vez que ellos anuncian que salen a bailar con sus amigos. ¿Celosas nosotras? ¡Jamás!

8. “Lo conseguí en oferta.”

Sin comentarios.

¿Por qué lo hacemos?

Para Bella DePaulo, que lleva años estudiando el tema, decimos mentiras piadosas por amor. Suena ridículo, pero tiene algo de cierto. Sopesamos, mentalmente, qué nos conviene: 1) o le decimos la verdad y lo herimos; 2) o le mentimos y lo hacemos feliz.

Fuentes: Revista Psychology Today, Ask Me, She Knows.