Hay una delgada línea entre ser gracioso y ser idiota, este límite invisible es lo que hace a un hombre divertido o inmaduro ante los ojos de una mujer. Muchos, en un intento por llamar la atención cruzan esta línea y lo único que logran es que la persona que les interesa los considere un niño de 5 años.

Beber demasiado. En una salida es normal beber un poco y tomar un par de tragos. El problema nace cuando se te pasan las copas y vas por los rincones cantando, diciendo chistes totalmente tontos, haciendo el ridículo y tambaleándote como un borracho de esquina. Esto para una mujer no es nada sexy, de hecho es hasta repudiable.

Hablar de las miles de chicas a las que te “hiciste”. Puede ser que tu pasado sentimental sea muy interesante, pero la verdad es que si quieres llamar la atención de una mujer de lo último que le tendrías que hablar es de cuántas Ex’s haz tenido, con cuántas te haz besado los fines de semana o cuántas aventuras de una noche tuviste en el pasado.

Pelear. Por alguna extraña razón hay hombres que creen que haciendo el papel de macho alfa pueden lograr el interés de la chica que les gusta. Algunos hombres creen que si la mujer que desean los ve peleando, sobre todo si es por ellas, quedarán hipnotizadas. Pero lo cierto es que no es más que un ritual absurdo y bárbaro para tratar de demostrar la fuerza. Esto, sólo genera incomodidad en ellas y el individuo en cuestión queda como un inmaduro.

Decir groserías y hablar gritando. A todos alguna vez se nos escapa una mala palabra, es algo inevitable muchas veces, pero una cosa es soltar una grosería en un momento de tensión o de forma accidental y otra muy distinta es que de cada 10 palabras que digas 9 sean ajos y cebollas. No es agradable escuchar a una persona lanzando improperios, no demuestra educación y definitivamente no es nada “cool”.

Hablar mal de una mujer. Todas las personas que pasaron por nuestra vida en el pasado dejaron una huella en nosotros, nunca es bueno hablar mal de nadie con la que hayamos tenido alguna relación (así sea de 2 días), porque si en algún momento saliste con alguien es porque te gustó y la quisiste, entonces haya pasado lo que haya pasado hablar pestes de alguien que fue tu pareja antes es una pésima referencia. Cualquier mujer dudaría en entablar si quiera una amistad con un hombre que sólo se dedica “rajar” e insultar a alguien de su pasado.

Mentir sobre lo que realmente te gusta. Créeme, nos damos cuenta cuando alguien nos da por nuestro lado solo para parecer interesante, realmente lo notamos y no es nada divertido. Es aburrido cuando dices “me gusta leer a Milan Kundera” y automáticamente la respuesta del hombre es “que casualidad, es mi autor favorito”, entonces le preguntas qué libro es su favorito y no tiene idea de lo que está hablando. Es mucho más interesante un hombre que habla de lo que realmente le gusta y no se dedica a repetir como un loro todo lo que a ti te apasiona.

Redacción InPerfectas.

Por Claudia Sovero (@Claudia_Sovero)

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