Eso es lo que aseguran investigadores británicos, que sin embargo aclaran que la cuantificación de los beneficios depende de la genética del individuo. Esta afirmación se sustenta en años de investigación de equipos de científicos de diferentes partes del mundo. Entre ellos, el del profesor Jamie Timmons, biólogo de la Universidad de Birmingham.

Timmons asegura que con estos tres minutos en cuatro semanas se pueden dar mejoras significativas en algunos de los más importantes indicadores usados para medir el estado de salud. El primero, la sensibilidad a la insulina, la hormona que retira el azúcar de la sangre, controla la grasa y cuya falta es responsable de la aparición de la diabetes.

En realidad es bastante simple, te subes a una bicicleta estática, calientas y después a fondo durante 20 segundos. Un par de minutos para tomar aire, y de nuevo al máximo por 20 segundos.

Cuando alguien se ejercita con esta fórmula, no sólo emplea los músculos de las piernas, también los del tronco, brazos y hombros, así que se activan el 80% de las células musculares.