Si un hombre puede demostrar toda su destreza en la pista de baile, lo mismo puede ser un amante en la intimidad. Así lo demuestran los investigadores de la Universidad de Northumbria, en Newcastle (Reino Unido).

Todo hace pensar que la diferencia entre aquel sujeto atractivo y otro que no lo es, recae en la manera como mueve cada parte de su cuerpo, llevándolo a destacar al momento de bailar. La manera como ellos mueven sus manos y brazos, así como el cuello y el tronco sumándole la velocidad que desarrollan las rodillas, pueden convertirse en las armas necesarias, y sin noción de ello, para seducir.

Según refieren, la facilidad con la que ellos se contornean, separan las partes de su cuerpo al ritmo de una canción y la frecuencia y velocidad con que lo desarrollan, esta ligado a la forma, tamaño de sus huesos y a la tensión de ligamentos. Todo ello tiene que ver con la cantidad de testosterona que tiene cada uno, hormona que les da las características sexuales, según informa Publimetro.

El impacto que ejerce el baile femenino en ellos

En otros casos, los investigadores señalaron que las danzas que ejercen las mujeres, incluyen movimientos de brazos ondulantes, golpes de cadera y movimientos del vientre, levantan el ánimo hasta del hombre más reprimido.

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