A veces creemos estar haciendo bien las cosas y luego resulta que a la pareja no se le satisface tanto como pensábamos. La falta de comunicación, el miedo a lo desconocido y los complejos pueden convertirse en obstáculos a la hora de intentar llegar al orgasmo.

Uno de los principales errores es caer en la rutina sexual. El miedo a lo desconocido suele llevar consigo una dosis de monotonía. Al final, sin quererlo una pareja acaba haciendo el amor como una auténtica máquina. Tu pareja desea que lo sorprendas con un nuevo juego sexual, una nueva postura o una desconocida técnica.

El sexo es cosa de dos. Si ves que a tu chico no le apetece, no insistas ni te pongas pesada. No quiere decir que no le gustes, simplemente puede que esté cansado. Otro de los grandes errores es tener ganas y no atreverse a excitar a la pareja. Aunque te encante que se él quien se lance, a ellos también les vuelve locos que sus chicas les sorprendan y se muestran con deseo.

A los hombres parece que no les entra en la cabeza que las mujeres no solo llegan al orgasmo mediante la penetración, al contario, es en los preliminares cuando se consigue alcanzar el clímax con mayor facilidad. Es por esta razón, que es bueno jugar antes.

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