“Ellas” aumentan de peso al casarse, mientras que “ellos” suben cuando se divorcian. “Las mujeres casadas desempeñan un papel más grande en la casa que los hombres, y tienen menos tiempo para hacer ejercicio y permanecer en buena forma que las solteras”, dijo el profesor Zenchao Qian, de la Universidad de Ohio.

El Dr. Sidney Zisook, profesor de psiquiatría de la Universidad de California, en San Diego, afirma que “Ha sido bien reconocido que la muerte de un ser querido, al igual que cualquier otro estrés intenso como perder el empleo, el diagnóstico de una enfermedad letal o el divorcio, pueden desencadenar una depresión clínica”, señaló.

El daño es diferente según la edad

Divorciarse a una edad más temprana causa mayores problemas para la salud que hacerlo más adelante en la vida, quizás porque las personas mayores tienen más habilidades de afrontamiento para manejar el estrés de un divorcio, sugiere un estudio reciente, liderado por Hui Liu, socióloga de la Universidad Estatal de Michigan.

Tener autocompasión ayuda

La compasión por sí mismas puede ayudar a las personas recién divorciadas a pasar uno de los periodos más difíciles de la vida, sugieren investigadores de la Universidad de Arizona. Explicaron que una especie de amabilidad con uno mismo y la capacidad de dejar que las emociones dolorosas pasen, ayudan a superar ese momento.

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