Terminar una relación nunca es fácil, sobretodo si te pones el un plan dramático de telenovela mexicana de los 90’s. No todas, pero muchas mujeres cometen el error de convertir este mal momento en una película totalmente dramática.

Esta es la situación, terminaste con tu novio de un par de años con el que tenías muchos planes a futuro y un largo camino aún por recorrer. De pronto viene a decirte que está “confundido y no sabe lo que quiere para su vida”. Te pones en blanco, no sabes si llorar o decirle lo infantil que suena eso. Te da el último beso, se despide de ti diciéndote que te desea lo mejor y que espera que sus “caminos se vuelvan a juntar” y se va. Te deja sola totalmente en shock, tu cabeza recién asimila lo que acaba de pasar y reaccionas.

“¿Cómo pasó esto? Hace unos días estaba todo bien, no puede estar pasando”, piensas en tu mente. Lo llamas y le escribes para decirle que necesitas verlo para hablar, ¿su respuesta? un simple “no tengo tiempo, te dejé todo muy claro”. No entiendes qué pudo pasar y entras en la etapa de negación y sufrimiento.

Canciones en la radio. No entiendes bien por qué, pero cada vez que prendes la radio escuchas las canciones que le dedicaste, entras a un lugar y suena el tema que él te dedicó, vas caminando por la calle y pasa un carro con el volumen en su punto más alto con la canción que era la favorita de ambos porque retrataba su relación. ¿Qué pasa? ¿Acaso todos se pusieron de acuerdo para atormentarte?. Es gracioso porque lo único que quieres es llorar cuando las escuchas y te acuerdas de todos los momentos que pasaron juntos, pero también tienes rabia y sientes que estás en un videoclip de bajo presupuesto.

Día libre en el trabajo. Obviamente los primeros días sientes que se te hubiera muerto alguien, no entiendes cómo el mundo no se detiene si para ti todo está acabado. Pero la vida sigue y lo sabes y tienes que pararte e ir a trabajar, aunque lo único que quieres es dormir todo el día (después de llorar obvio). Por un momento crees que sería bueno pedir un día libre, pero luego piensas ¿qué excusa voy a dar?. Sabes que no puedes hacerlo y te arreglas lo mejor que puedes para ir a la oficina. Eres un alma en pena y todos lo notan, las preguntas “¿estás bien, te pasa algo?, pareces enferma” llueven por todos lados y no sabes si pegarle a todos o irte a llorar a baño.

Pasar por los mismos sitios. Otra de las cosas terriblemente patéticas que se te ocurren es pasar por lo sitios a dónde solían ir juntos solo para esperar que él llegue arrepentido a pedirte perdón (porque obviamente piensas que a él se le va ocurrir la misma idea que a ti de ir a esos sitios sólo para arreglar las cosas). Lo gracioso es que lo haces en la noche, con el drama de la oscuridad y mejor aún si hay lluvia. Porque ¿acaso no es así cómo pasa en las películas?. Te tenemos noticias, nada de esto va ocurrir, él no va ir a buscarte bajo la lluvia al lugar dónde fue su primera cita para decirte lo mucho que te ama y lo arrepentido que está. Si decidió terminar fue por algo y las cosas no se van a solucionar de la noche a la mañana.

¿Te das cuenta lo terriblemente patético qué es todo esto? Seguro ahora no porque estás en el proceso de superación y tal vez lo único que quieres es que tu vida sea como antes. Pero te aseguramos que cuando todo pase vas a ver atrás y te vas a reír de todo esto.

Redacción InPerfectas