En algún momento de la vida masculina, son varios los hombres que por algún motivo rehuyen de todo compromiso que tenga tintes formales.

Les encanta que una mujer los abrace, los bese y le muestre los encantos del mundo femenino, pero a la hora de ponerle nombre y apellido se esfuman.

Es un fenómeno que comparten famosos y desconocidos, personajes de ficción como el clásico Charlie Harper, de “Two and a half men”, futbolistas, abogados, carpinteros y artistas. Sin importar raza, clase social, profesión ni credo.

Por motivos que tienen que ver con las costumbres masculinas, el periodista Rodrigo Guendelman entrega once razones por la que un hombre no debe casarse ni vivir en pareja.

Estas son:

1.- Si eres soltero haces lo que quieras, como quieras, con quien quieras, a la hora que quieras y donde quieras.

2.- No tienes que dejar tu departamento de soltero para arrendar un lugar con dos baños.

3.- Se puede ver tele hasta las cinco de la mañana, escuchar música sin necesidad de usar audífonos, trabajar en el computador sin tener que teclear despacito, jugar Nintendo con ruido y todo, hablar por celular en voz alta y hasta gritar de rabia.

4.- No hay que pedir perdón 13 veces a la semana cada vez que uno comete un error.

5.- Se puede comer en la casa, pasar un fin de semana sin hacer nada de nada, o sea, estar los dos días en pijama, no lavar un solo plato y menos los dientes.

6.- Nadie se da cuenta de que roncas y, mejor aún, nadie te despierta con ronquidos.

7.- Nadie te va a exigir que te afeites porque estás rasposo.

8.- Pueden tener sexo sin amor, ser promiscuo, sádico y narciso sin culpabilidad.

9.- Nadie te quitará tu almohada porque le gusta tu olor.

10.- Y nadie te pedirá que duermas abrazado.

11.- Te evitas una situación dramática.