Buscando el problema. Si ponemos atención a nuestros hábitos durante el acto sexual es más fácil identificar qué es lo que nos puede estar causando alguna especie de traumatismo o dolor. Las mujeres somos mucho más sensibles, ya que nuestra anatomía es más delicada.

Cómo disfrutar más del sexo. De nada sirve hablar de posturas o afrodisíacos si no compartimos con él o ella lo que está funcionando y lo que no.

Posiciones sexuales. Procura posturas donde tú lleves el ritmo y el control, no tanto para que te vuelvas una dominatriz, sino porque es más fácil que de esta manera no sientas dolor con una penetración profunda o sorpresiva y así ambos disfrutarán del sexo.

Juego previo. Relájate, disfruta y pídele a tu pareja que te dé el tiempo de ponerte en su misma sintonía. Los juegos previos como besos, caricias, sexo oral y demás variedad te dejarán lista para una penetración mucho más suave.

Juguetes sexuales. El uso de juguetes o demás condimentos está permitido, siempre y cuando te sientas cómoda y de acuerdo. Nunca hagas nada sólo por complacer o a la fuerza, pero eso sí, también tómate el tiempo de experimentar junto a tu pareja cosas que a ambos agraden y beneficien su relación.

Relajarse. Nuestro cerebro es el principal órgano sexual así que libera tu mente por completo al tener sexo. Muchas veces a las mujeres nos cuesta desconectarnos un rato de las tareas y estamos pensando en qué hacer de comer, la ropa que tenemos que lavar o el reporte que hay que entregar, todo esto mientras nuestros hombres se esmeran en vano, pues no hay algo más antisexy que el que nuestra pareja esté en otro canal durante el acto sexual.