1. El perrito. No por fiel, sino por babeador. Este chico que parece bulldog por el exceso de saliva que produce suele ser poco atractivo, sobre todo cuando parece que hacen un esfuerzo por marcarte con babas y terminas con el lipstick hasta la barbilla.

Nuestra recomendación para estos chicos es “tragar antes de besar” y, por lo que más quieran, entender la diferencia entre un “beso apasionado” y “te trago como anaconda”.

2. El examen de anginas. La lengua es un elemento de los besos que adoramos cuando se utiliza bien. La lengua debería transmitir pasión y deseo, no poner a prueba nuestro reflejo nauseabundo. Los besos de estos hombres de lenguas tan largas ¡que parecen ranas! no son particularmente antojables.

3. El Hannibal. Una delicada mordida de labio en los momentos pasionales es aceptable, pero este estilo que tienen algunos chicos de morder como si nos quisieran arrancar algo ¡es bastante desagradable! Si después de besarlo nos quedaron marcas de dientes alrededor de la boca, tal vez se le pasó la mano.

4. El oloroso. Aaaah, uno de los más imperdonables. ¿Qué tan complicado es esto de la higiene bucal? A menos de que lleves mucho tiempo de relación al grado de que logres perdonar el aliento mañanero, una menta no le hace daño a nadie.

5. La macarena. Los movimientos de lengua al besar deberían ser delicados o un poquito agresivos (¡poquito!) en los momentos de mucha pasión, pero hay hombres que parece que quieren ejercitar la lengua. Están arriba, abajo, a los lados, limpiándote las muelas.

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