Terminar una relación nunca es bonito. No si sólo salieron seis semanas o dos; cuando perdemos a alguien que es importante, duele y mucho.

Sin embargo, la respuesta a tus problemas no se encuentra en el fondo de esa bolsa de papas o en la botella vacía de vodka.

Pretender que estás bien. No tiene nada de malo sentirte triste, enojada, herida o humillada. Es entendible si quieres llorar y patear un carro. Pero no te escondas bajo una máscara de indiferencia porque eso te alejará de las personas que te quieren.

Autodestrucción. Una semana, máximo para comer, beber, ir o no ir, hacer y deshacer todo lo que quieras. Cuando pasen los siete días, pon a trabajar tu cuerpito y ordena tu vida.

Rogar. Si te cortaron o lo cortaste y estás pensando que quizá no fue una buena decisión, detente. Sea cual sea la circunstancia que los haya separado, no le ruegues para que regresen. Antes de que todo, no es atractivo. En segundo lugar la relación terminó por una razón.

Comunicarte con él. Por ninguna razón. Nunca se podrá decir suficientes veces: NO LE HABLES por ninguna razón. A las malas, he aprendido que esta es la regla de oro de un truene, y sí, sé que están pensando “Pero deje mis calcetines favoritos en su cuarto y los necesito de regreso.”

No lo acoses. Lo olvidé, las redes sociales tampoco son tus amigas. Como si el truene no fuera lo suficientemente doloroso, además, ahora tenemos que lidiar con ellos en Facebook, Twitter, Instagram, Vine… etc. Lo único peor que no saber cómo está, es saberlo y verlo.

Buscar venganza. Claro, porque ya viste su twitter…y la foto que subió con una chica (que no es más bonita que tú, obviamente) y ahora quieres tomar tus llaves y rayar un costado de su coche. Sí, obtendrás una especie de retorcida satisfacción, pero será temporal, no curarás ninguna herida.

Dormir con él. Él sabe que puede tener sexo contigo y si pasa, tú crees que él te va a querer de regreso. Cuatro palabras: receta para el desastre.

Tratar de ser sólo amigos. NO VA A PASAR. Por lo menos no enseguida. Hasta que te sientas a gusto con la idea de que tu ex salga con otras chicas y las bese, las acaricie, las presente con sus amigos y amiga, y que él esté bien cuando tu pases por eso con otro chico, será hasta entonces que podrán pensar en una amistad.

Darte por vencida. Y dejar de creer, desear o esperar por el amor. Millones de parejas terminan todos los días, a veces regresan y a veces cada parte sigue adelante con su vida. Nos lo han dicho hasta el cansancio, pero lo diré una vez más: Todo pasa por una razón.